El 80% de las empresas considera estratégicamente imprescindible hacer una buena elección de imagen corporativa, según Cerotec.
El rebranding se trata de una estrategia de marketing en la que se modifican, de forma total o parcial, los elementos que hacen una marca reconocible. En definitiva, que conforman su identidad corporativa gráfica o su logotipo. No sólo se trata de la imagen corporativa gráfica, sino que en el rebranding también está implícita la actualización de los valores, la visión o el tono, entre muchos otros aspectos, de la marca.
Teniendo en cuenta el peso que la imagen corporativa tiene en la manera en que el público percibe una marca, en este informe se abordan todos los aspectos necesarios para reconocer fácilmente cuándo, por qué y cómo realizar un rebranding.
En el informe se comienza explicando qué es un rebranding y en qué se diferencia del branding, así como haciendo una pequeña aproximación a su historia y origen. A continuación, se exponen los motivos que pueden llevar a una marca a hacer un rebranding, los tipos que existen, sus etapas y errores a evitar y los beneficios que reporta para la marca. Por último, se presentan algunos casos de éxito de rebranding, con el fin de mostrar la repercusión que puede tener esta estrategia dentro de una marca.
Según un estudio de Ranktracker, las marcas pueden mejorar sus ingresos en un 23% si utilizan una imagen coherente en todas las plataformas.
¿Cuáles son los principales beneficios que puede reportar un rebranding?
Principalmente, el rebranding mejora la percepción de marca, especialmente cuando la impresión del público sobre dicha marca es negativa o cuando su imagen se encuentra desactualizada en el mercado. Además, el rebranding puede generar nuevas oportunidades de negocio, ya que, ante un cambio, inevitablemente se abren nuevos horizontes, mientras que el entorno que rodeaba a la marca se deja atrás.
Por otro lado, la intención de actualización y de mejora que expone un rebranding, puede ayudar a generar un impacto emocional positivo en los consumidores que ya están familiarizados, por lo que puede ser una buena estrategia de fidelización. Por último, la nueva imagen corporativa puede generar una oportunidad de destacar entre la multitud y distinguirse de la competencia. La diferenciación es cada vez más relevante en el mercado actual, donde cada vez aumenta más la competencia.
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