¿Problemas en el departamento de Marketing? 4 señales de alerta

Cómo no ibas a fiarte de Marketing si es el que te presenta al mundo como el número uno y hace parecer tu empresa la más bella entre las flores. ¡Y no solo eso! También se ocupa de mantener tus encantos a flor de piel para que los que han llegado no quieran irse nunca, consiguiendo no solo que se queden para siempre, sino que tu imagen les baile por la mente como un recuerdo inolvidable. Así es que en pleno siglo XXI nadie pone en duda la importancia del marketing de una empresa. No obstante, existen muchas empresas que no consiguen que el rendimiento de marketing sea el esperado o no son capaces de medir adecuadamente sus resultados, haciendo que su galán Don Juan se convierta en un pagafantas más. ¿Quieres evitar que esto suceda en tu empresa? Pues, ¡no te pierdas este post! Te contamos las claves esenciales para conseguir que tu empresa evite problemas en el departamento de marketing!

1. El problema del rumbo: no se fijan objetivos, hitos y metas

Todo barco debe tener un rumbo. Para poder marcarte un camino, primero debes saber cuál es el destino, pues de nada te servirá dar vueltas a la deriva. Si tu equipo de marketing no conoce de forma clara sus objetivos, la hecatombe es inevitable. Pero, claro, no llega únicamente con fijar objetivos. Estos deben cumplir una serie de requisitos para asegurar su buen funcionamiento con el fin de dirigir las acciones del equipo en la dirección correcta. Tan solo necesitarás una única palabra: SMART. Pero… ¿De qué van los objetivos SMART u objetivos inteligentes?

  • Specific: los objetivos deben ser específicos. Los genéricos no sirven de nada. Olvídate de marcarte como objetivo aumentar los ingresos así porque sí. Mejor define una parte específica con respecto a cómo conseguirás ese incremento, por ejemplo, ocupándote de aumentar el impacto de un producto específico de tu empresa en una red social específica. ¿Qué tal l0 000 Likes en Facebook?
  • Measurable: también deben ser medibles. ¿De qué te sirve poner en marcha miles de estrategias si no sabes qué resultados están dando? Podrías estar invirtiendo demasiado tiempo en una concreta y no darte cuenta, mientras estás pasando por alto otra que da excelentes resultados. Aunque el objetivo sean cosas intangibles como la satisfacción de un cliente, ¡trata de ponerle números!
  • Achievable: siempre deben ser alcanzables. Está muy bien eso de marcarse metas nuevas e ir cada vez un paso más allá, pero siempre conociendo muy bien nuestros límites. De otra forma, lo único que conseguirás será frustrarte y echar por tierra una buena carga de energía que te vendría de perlas en los objetivos que sí eran alcanzables. Ojo, no estamos diciendo que no debas ser ambicioso, eso está muy bien, pero asegúrate de tener los pies en la tierra para evitar tropezones. Y justamente de eso, de tener los pies en la tierra, vamos a hablar a continuación 😉
  • Relevant: Además de ser realistas, los objetivos deben ser relevantes para los objetivos de la empresa y del equipo de marketing. De nada nos sirve alcanzar un objetivo si este aporta poco o nada a los resultados generales ¿verdad? Puede parecer obvio pero te sorprenderías la cantidad de ocasiones en las que se dedican esfuerzos a cosas que realmente no son tan importantes, en lugar de centrarnos en lo relevante 😉
  • Timerelated: al mismo tiempo tienen que estar definidos en el tiempo. Marcarte tiempos de consecución de objetivos hará que tu y tu equipo focaliceis los esfuerzos en cumplirlos en el plazo establecido. De esta forma siempre evitarás la dejadez que inspira el «ya mañana, si eso».

¿Buscas más información con respecto a los objetivos SMART? Aquí tenemos un post completo sobre los objetivos inteligentes para ti.

 2Después de hoy viene mañana: no se planifican acciones a largo plazo

Lo sabemos. A veces en marketing vivimos enfocando nuestras acciones para ayer. Cada segundo cuenta e importa por igual. De ahí que en muchas ocasiones pasemos por alto la importancia de la planificación de las acciones a largo plazo. ¿Y si te decimos que las grandes empresas trabajan sus estrategias de marketing a 2 años vista? Pues, así es: mientras tú te estás preocupando por el marketing de 2016, el líder de tu sector seguro que ya está enfocando sus campañas de 2018 en base a todos los datos alcanzados en años anteriores. ¿Qué tiene de positivo este comportamiento con respeto al tuyo? Esto les permite a las empresas líderes contar con tiempo suficiente para una reflexión estratégica que les permita realizar campañas con muchas más probabilidades de éxito. De ahí que los grandes tiburones acaben siendo siempre los que marquen las pautas para los pezqueñines. ¿Estás dispuesto a continuar siguiendo las riendas de los demás y ser un pez más en el banco o prefieres convertirte en el líder de la manada y ser tú el que marque las pautas? ¡No esperes más! Analiza el comportamiento de tu departamento de marketing y trabaja en tus campañas a largo plazo con la reflexión como un must have en cada una de ellas.

3. No saber lo que sembraste por no tener en cuenta la cosecha: no se miden los resultados ni el ROI o retorno de inversión

¿De qué te sirve poner todo tu empeño en tus campañas si no sabes los resultados de cada esfuerzo en particular? Igual crees que estás ganando mucho con cierta campaña porque los ingresos son buenos, pero sin tener en cuenta que quizás has gastado tanto o más de lo que has conseguido con ella. El ROI es fundamental. Siempre es de vital importancia analizar los datos y el retorno de inversión de campañas anteriores para poder tomar decisiones futuras. Solo de esta forma podrás quedarte con lo que de verdad funciona y explotar todo su potencial, deshacerte de lo que no te da buenos resultados y suplirlos con aspectos innovadores diseñados para seguir escalando hacia la cima.

4. Todos para uno: la escasa colaboración entre el departamento de marketing y el de ventas.

Imagínate el motor de un coche: por mucha máquina que tengas, si no le echas el aceite suficiente, el motor acaba gripando y tu coche queda inservible. Así de fundamental es la colaboración entre el departamento de marketing y el departamento de ventas en tu empresa. Para que funcionen adecuadamente y conseguir que generen los ingresos deseados ambos deben seguir una correcta estrategia de marketing, estar bien coordinados y enfocarse hacia un objetivo común. De no existir esta colaboración, esta comunicación y estos objetivos comunes entre ambos, se perderá la mayor parte de su potencial a la hora de aportar valor a la empresa. ¿Te suena muy lógico? Te sorprendería el número de empresas en las que los departamentos de marketing y de ventas se llevan a matar. ¿No te lo crees? Échale un ojo a nuestro post sobre los 5 problemas típicos entre estos departamentos.

Antes de despedirnos, solo por hoy, nos gustaría que te parases por un momento a analizar tu estrategia de marketing y ventas. Reflexiona. Piensa en ello detenidamente, pues es vital para tu empresa. ¿Quieres que lo hagamos por ti? Con un sólo clic podrás acceder a tu diagnóstico gratuito y respondiendo un breve cuestionario te enviaremos nuestras conclusiones.

¿Tú también has sufrido alguna de estas situaciones con tu departamento de marketing? ¿Te has enfrentado a alguna otra que nos quieras comentar? En cualquier caso te esperamos en los comentarios y en las redes sociales 😉


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